La primera visita al osteópata

La primera visita al osteópata

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Tengo 33 años y desde hace días me duele mucho la espalda. Fui al médico de cabecera y me recetó unos antiinflamatorios, que no me tomé, ya que después me duele la tripa y me da diarrea. Cuando el médico me pregunta, siempre le digo que me los tomo. Sabe que me dan cólicos pero continúa recetándomelos. En fin, hace poco unos amigos me recomendaron que visitara a un osteópata.

María, mi amiga del alma, me explicó con pelos y señales de que iba esto de la osteopatía y de paso me contó como le fue su primera visita con su osteópata.
— No tenía ni idea de que pudiera existir un tipo de medicina parecida, lo bonito del caso es que: ¡la practican con las manos!— me contó.

Me explicó que la osteopatía es una medicina de la globalidad. Integra todas las diferentes partes del organismo, ya que éste se entiende como “un todo” en que las diferentes partes del cuerpo humano están relacionadas entre sí.

La primera visita al osteópata empezó con preguntas que tuvieron relación con el problema por el que consultó, lo llaman anamnesis. Después se extendió para llegar a relacionarlo con otros antecedentes. De entrada, daba la impresión que no tenían relación entre sí, pero cuando te lo explican ves la lógica y entiendes mucho de lo que te pasa, aunque al principio no tiene razón aparente de ser.

Después le practicó una exploración en que le detectó diferentes tensiones en la espalda y en el abdomen. El osteópata le explicó que, a veces, por las características de la tensión que existe en la pelvis, es necesario un tipo de maniobra o manipulación que se hace por vía vaginal o rectal para solucionarla. — La verdad, me dio un poco de reparo, pero me lo hizo y tuve la agradable sorpresa que fue muy diferente, comparado con mi ginecólogo de toda la vida!— dijo María.

Le propuso un tratamiento manual que consistía en diferentes manipulaciones de su columna vertebral, abdomen y cráneo,  para conseguir la armonización de las diferentes “partes”, con un tratamiento interno. El resultado fue que se encontró mejor al poco rato y fatal al día siguiente, pero pasadas unas horas le desapareció el dolor de la parte baja de la espalda que hacía años que tenía y que no desaparecía. No lo ha vuelto a tener.

Me ha convencido, voy a pedir hora al osteópata. A lo mejor me explica por qué cuando me ha de bajar la regla tengo dolor en la parte baja de la espalda y mi abdomen se hincha. Me veo obligada a quedarme en casa, no me puedo mover. Sólo mejora si durante un tiempo tomo anticonceptivos. Igual él me lo puede tratar y resolver.

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