Cómo funciona el sistema inmune
El cuerpo está expuesto continuamente a bacterias, virus, hongos y parásitos. Estos agentes nocivos pueden ser internos o externos y tienen la capacidad de provocar lesiones o enfermedades importantes, como por ejemplo el Covid19 que actualmente nos está confinando en casa.
Por suerte, el cuerpo también tiene un sistema especial para combatir estos microorganismos infecciosos y sustancias toxicas: EL SISTEMA INMUNE.
Se define inmunidad como la capacidad de protegernos de daños o enfermedades mediante nuestras defensas.
El sistema inmunitario se divide en:
Innato
El sistema innato es el que primero aparece y ataca sin reconocer a lo que está eliminando. Como primera línea de defensa están las barreras físicas y químicas como la piel o las mucosas, y como segunda línea los organismos que viven en estas barreras (sustancias antimicrobianas o células del sistema inmune asesinas llamadas Natural Killers).
Adaptativo
El sistema adaptativo es aquel que requiere un reconocimiento y desarrolla una respuesta específica para cada patógeno mediante los anticuerpos. Esto hace que el sistema tenga memoria y que, si en algún momento vuelve aparecer el mismo patógeno, la respuesta sea más rápida.
El funcionamiento del sistema adaptativo, cuando entra un patógeno al organismo, siempre se desarrolla con la presentación de una porción por parte de la célula dendrítica. A partir de aquí, la respuesta varía en función del patógeno que ataca:
- Respuesta Th1
La respuesta Th1 es la que se produce cuando el patógeno que ataca son virus o bacterias intracelulares.
La respuesta empieza cuando el linfocito, una célula del sistema inmunitario, crea unos anticuerpos concretos para atacar a ese virus. Estos anticuerpos específicos son los que ayudan a tener memoria si vuelve a aparecer el mismo virus.
También entran en escena diferentes células que atacan al virus o a las células infectadas, como por ejemplo los Natural Killers del sistema inmunitario innato. Esta respuesta irá acompañada de inflamación y aumento de temperatura, es decir, fiebre.
- Respuesta Th2
La respuesta Th2 es la que se produce cuando el patógeno que ataca son helmintos o gusanos.
En este caso también se producen anticuerpos para atacar a los helmintos, pero además aparecen los eosinófilos para crear histamina y ayudar a expulsarlos.
Nuestra convivencia con los helmintos o los gusanos es natural, siempre ha habido en nuestro ecosistema. El problema es cuando la presencia esta aumentada y la respuesta descontrolada, provocando síntomas de alergia. El exceso de presencia de histamina puede provocar los típicos síntomas de alergia como la rinitis, el asma, el eczema o la piel atópica, entre otros muchos.
- Respuesta Th17
La respuesta Th17 es la que se produce cuando los patógenos que atacan son hongos o bacterias extracelulares.
Como en todas las respuestas del sistema inmunitario adaptativo, se crean anticuerpos para atacar. En este caso, además, los neutrófilos serán las células que ayudarán en este sistema a eliminar el patógeno.
Otra característica de la respuesta Th17 es que ayuda a mantener la primera línea de defensa, las mucosas. Cuando la situación del cuerpo es de no inflamación la respuesta Th17 libera unas sustancies que ayudan a cuidar las mucosas que nos protegen. Cuando el contexto es inflamatorio, sea por una inflamación grande a causa de una lesión o una inflamación de bajo grado por una mala alimentación, por ejemplo, la activación constante de esta respuesta provoca que los neutrófilos puedan causar, a largo plazo, daño óseo, articular o vascular.
Como resumen, me gustaría dejar claro que el cuerpo tiene sus mecanismos para atacar a los patógenos y las reacciones como la inflamación o la fiebre tienen su función, siempre que estén dentro de unos parámetros controlados.
E igual de importante es intentar vivir con un cuerpo sin esas pequeñas reacciones inflamatorias cuando hay una alergia o una alimentación no adecuada a nuestro sistema digestivo. Esto hará que el sistema inmunitario actué correctamente cuando realmente hay un patógeno que se tiene que aniquilar.
Bibliografía
Compendio de Fisiología Medica – Guyton & Hall
Principios de Anatomía y Fisiología – Tortora & Derrickson
Autores
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