Lo normal es la Salud
Me sorprende cuando os pregunto si os duele una cosa y me contestáis: “lo normal”.
Este es un concepto por el cual deberíamos reflexionar un poco: ¿ qué es normal y qué no lo es?
Me parece sencillo y importante decir que en la naturaleza, en nuestro cuerpo y en el de cualquier ser vivo: lo normal es la salud.
Todo está alineado y organizado de tal manera para que funcione bien. El buen funcionamiento es normal, y lo que resulta de ello es la buena salud. Así de sencillo, habitual y corriente.
Cuando no es así : cuando no hay buena alineación ni organización de base, la resultante es la enfermedad o dolencia.
Por tanto:
Cuando tenemos dolor, incomodidad… solo se trata del lenguaje de nuestro cuerpo que intenta anunciarnos que algo no funciona como debería.
Que algo falla. Puede ser mecánico, metabólico, psicológico… pero si no ponemos remedio, es probable, que nuestro organismo, no tenga suficientes recursos para solucionarlo, y se complique mecánicamente, funcionalmente o hasta patológicamente.
Hay muchos de vosotros que venís a mi consulta por un problema puntual, y os descubro que no me gustan muchas otras cosas de vuestro funcionamiento. A muchos os sorprende mi diagnóstico, porque os encontráis bien, pero bajo mi perspectiva, seguro que tenéis un organismo con muchos recursos, que sabe convivir con vuestras lesiones, bien organizadas, para no dar síntomas. Sospecho que os encontráis en un desequilibrio funcional equilibrado. Pero llegará un día que el vaso rebose y una sola gota os desmorone.
Los organismos están diseñados para maniobrar con sus propias regles y leyes, si hay muchas alteraciones se acaban estropeando y perdiendo su equilibrio.
Lo normal es la salud.
“El Trabajo del osteópata es ajustar el cuerpo de lo anormal hacia lo normal, entonces es cuando la condición anormal da paso a la normal, siendo la salud el resultado de la condición normal”
esto lo escribió Still, el fundador de la Osteopatía el pasado siglo. Parece complicado, pero si lo leéis bien, da muchísimo que entender.
Así que no debemos normalizar tantos síntomas, lo normal no es tan normal como pensamos. Hacer eso implica acomodarse con los dolores que nos afectan y aceptarlos para poder convivir con ellos, y aunque sea una buena estrategia para vivir con más paz, puede que se puedan solucionar, si se trabaja a tiempo. Nunca es tarde.
Cuidaros, revisad vuestra mecánica y funcionalidad por un buen profesional, al menos una vez al año. Os ahorrará muchos disgustos.
Un abrazo
Autores
Clara Nebot
Fisioterapeuta y osteópata, experta en ginecología, suelo pélvico y columna. Años de experiencia y docencia en sus manos. La madre d’Osteo9.
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