Momento Kobido
Y llega el momento kobido. Silencio, música, toallas limpias y mantita. Comienza.
Natalia empieza siempre con la cabeza, con el pelo, es el preámbulo de una hora de absoluta relajación. Y abre la botella de aceite, y mi piel se hidrata de golpe, y llega, a mis glándulas olfativas, la intensa y inconfundible fragancia de kobido, ese aceite esencial que te abraza y te sumerge en el más dulce momento. Y todo empieza: ojos cerrados , música tranquila, masaje maravilloso en mi escote , cuello, cara, cabeza…maravilloso y absoluto relax. Sin palabras.
Y cuando terminan los pases, todo se para y notas las presiones en los puntos adecuados y casi te duermes, y al final te envuelve el cráneo, y se hace la paz.
Gracias Natalia por este maravillosos momento. Viva el kobido.
Autores
Natalia Bravo
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