Soy
Clara Nebot, tengo 2 hijos.
Max tiene ahora 8 años.
Jan tiene 10. Cuando nacieron, yo trabajaba de profesora en la
Escuela Universitaria Gimbernat, dando clases en la formación de osteopatía. Las clases eran el fin de semana. Mi horario habitual era: los viernes y domingos de 9 de la mañana a 7 de la tarde, con pausas de desayuno y comida. Y los lunes de 8 a 2. Una vez al mes.
Con Jan, recién nacido, me sacaba la leche a las pausas, la guardábamos en la nevera y por la noche, al llegar a casa, la congelábamos para que así, Ricard, el padre de mis hijos, se la diera a Jan durante mi horario laboral.
Pero con Max todo fue diferente. Él no quería saber nada de chupetes ni biberones, Si no había «teta», él no comía.
Así que decidí que podría trabajar con él. Era muy bueno y no acostumbraba a llorar y a quejarse mucho.
Había una prioridad, no podía dejarlo sin su teta !!
Así que fui a hablar con el Francesc, el director de la formación en ese momento, y le expliqué la situación.
Yo le dije, que entendía que no era muy habitual pedir que en una formación de máster: una profesora trabajara, como titular, 8 horas con su bebé, que si lo creía conveniente podría sustituirme, pero yo creía que podría hacer bien mi trabajo. Sólo necesitaba atender a mi hijo mientras trabajaba con el rigor que siempre lo había hecho.
Y en Francesc me preguntó: ¿crees que puedes hacer bien como siempre tu trabajo, aunque lleves tu hijo?
Y yo el dije: sí, y si no puedo te lo diré, pero estoy segura.
Así que: adelante me dijo.
Y siempre le agradeceré. Porque no es fácil para una mamá trabajadora sacar adelante sus proyectos ante los roles laborales. Porque soy valiente y coherente con mis necesidades y las de los míos, y fueron respetadas en ese momento. Gracias Francesc.
Y si las mujeres, madres como yo, pidiéramos más, y nos ofrecieran y consintieran más en las estructuras clásicas laborales, todo sería mucho mejor.
Así que os animo a pedir, demostrar y casi exigir que se nos respeten como madres, mujeres … y sed agradecidas si encontráis a compañeros/as de trabajo que os respetan y que confían en vosotros.
Sois madres pero seguís siendo las buenas profesionales que habéis sido.
Adelante!
Quina sort poder comptar amb persones així, que respecten la conciliació. És trist que moltes ni ens hem atrevit a proposar fer vaga, per les conseqüències…Encara falta fer molta feina!! ?